domingo, 16 de mayo de 2010

Capítulo 5. Día 2. Día mundial de la depresión.

Ayer repasé una y otra vez el vídeo, las fotos...intentado hayar algo nuevo que me dijera quién era esa niña rubia y que fue de ella...Aún estoy buscando "pistas" que me lleven hacia ella y nada...Será mejor dejarlo por hoy y desconectar un rato; daré una vuelta, ya es hora de dejar de encerrarme.
Recojo los álbumes y demás y me doy una ducha en el baño. Una vez terminada la ducha voy a mi dormitorio a ponerme algo decente, escojo una camiseta roja lisa, unos vaqueros azules desgastados y unas deportivas. Busco las llaves y, una vez que las encuentro, me voy.
En la calle se estaba bien, no hacía mucho frío y el sol sacaba sus cálidos rayos a través del permanente cielo gris de Londres. Fui andando calle arriba, quería ir a un parque al que no va mucha gente y es tranquilo. Por el camino veía a la gente pasar...algunos iban con prisa, otros más despacio, había niños con sus padres, parejas; unas más jóvenes llenas de pasión y algunas más viejas llenas de amor. Es curioso ir andando por la calle y cruzarte con tanta gente totalmente desconocidas y ajenas a ti, no conoces su vida, sus vivencias, sus amores, sus sufrimientos...¡ni siquiera sabes su nombre! y sin embargo compartís parte de vuestras vidas...una milésima de segundo, el tiempo que os cruzáis...tal vez ni siquiera os miréis...pero está ahí...has formado parte de una vida. Sé que suena muy...¿raro? ¿filosófico? no sé como definirlo pero...me gusta esa sensación...es probable que alguna de ellas se convierta en alguien importante en tu vida.
Sigo caminando y pensando en estas cosas hasta llegar al parque...y entonces me asalta un recuerdo.
<-Hola-musité.
-Hola-dijo ella con su cálido acento español, ahora más marcado por la falta del inglés.
-Cuanto tiempo...¿no?
-Bastante...
Silencio.
-...Siento haberme ido-dijo rompiendo el silencio-...¿Podrás perdonarme?
-A ti...podría perdonarte cualquier cosa.-dije sonrojado.
Sonrió y me abrazó. El movimiento de su pelo me producía un agradable cosquilleo en la nariz. Aspiré su aroma y disfrute de cada segundo de su abrazo...parecía mentira que ella estuviese aquí, conmigo.
-Te quiero-susurró-. No me dejes nunca, ¿vale? No volveré a marcharme.
-No te dejaría ir por nada en el mundo...
Y nos besamos...como si fuese el primer y último beso...No queríamos que ese instante terminase...>>
¿Y ahora qué? Ella se había ido, así, sin más...¿Estaría pensando en mi? No, ¿para qué? Ella está en España y nada la hará volver. Y yo estoy aquí, solo y sin trabajo...
<>Me dije<>
No, no pensaba deprimirme...así que seguí andando, contemplando el paisaje...veía el gran lago que hay en medio del parque...los árboles llenos de inscripciones...los bancos dónde un par de ancianos alimentan a las palomas...el césped verde donde los niños juegan a la pelota...¡PUM!
Corrijo: el peligroso campo de minas donde los pequeños demonios te golpean en la cabeza con un balon de reglamento...
-¡Perdone!-gritó uno desde el césped.
-¿Se ha hecho daño?-dijo otro acercándose a por el balón.
-No, nada...tened más cuidado-dije yéndome.
Uf...que dolor de cabeza...me sentaré en algún banco vacío...
Me senté en uno que estaba debajo de un gran árbol...aquí también hay inscripciones...
"Chris & Leyla 4ever" "L (corazón) M" "I love Lewis"...Y entonces encontré ESA inscripción en la que ponía: "JL & CR ALWAYS" seguido de un corazón...¿Qué pasa? ¿Hoy es el día mundial de la depresión o qué?
<-¡Cuidado que se te derrite!-decía ella riéndose a carcajadas al verme intentar comerme el helado sin que se me derritiera en la mano.
-No te rías-dije.
-No me río...-dijo como disculpándose-. Bueno, si ¡Si que me río!
Y volvió a reírse de esa manera tan suelta...tan agradable...tan suya...
-Pues ahora verás...-dije manchándole la punta de la nariz de helado.
Entonces ella sacó la lengua y se lamió la zona manchada de helado. Es la única persona que conozco que tiene esa capacidad...me encanta esa cualidad suya...la hace más única...
Y se volvió a reír. Al terminarnos los helados sacó de su bolso unas llaves y con la más fina escribió nuestras iniciales en el banco.
-Pequeña bándala-le dije.
-Solo quiero que el recuerdo de esta noche quede aquí-contestó concentrada en su trabajo.
-Pareces una adolescente con las hormonas alteradas.
-¿Qué? Solo quiero que cuando la gente se siente aquí y lea esto se pregunte quiénes éramos, de dónde veníamos, qué hicimos...y si hicimos el amor al llegar a casa...lo normal.
-Estás loca, mi pequeña españolañ-reí.
-Por ti, mi querido inglés.
Y nos besamos bajo ese árbol...sus labios sabían más dulce que el chocolate y aunque estaban fríos a causa del helado, sus besos seguían siendo ardientes...>>
(Y sobre si lo hicimos o no...mejor me lo reservo.)
Decidí que sería mejor seguir caminando, así que me levanté y caminé hacia ninguna parte. Y así llegue a una de las salidas del parque, delante de ella había una pequeña cafetería llamada: "Musicafé", tiene aspecto antiguo y desde fuera parece acogedora. Entré y me senté al lado de una ventana, una camarera se acerca a mí sonriente.
-Buenas tardes, ¿Qué desea tomar?
-Euh...tomaré un capuccino, gracias.
-De acuerdo, en un momento se lo traigo.
La camarera se aleja.
Observo la decoración...es algo antigua y casi todo es de madera. El gran reloj de cuco me llama la atención...siempre quise tener uno...
Entonces empiezo a oir una canción de jazz...miro hacia el pequeño escenario y veo una pequeña banda de música tocando...Al lado del escenario hay un tablón con un calendario, hoy está señalizado como: "El día del jazz"...cada día hay un género distinto...ahora entiendo el nombre del café (chico listo, Jack). Es extraño...este lugar me resulta familiar...Entonces escucho la melodía de: "My baby just cares for me" y ooooooootra vez acuden recuerdos a mi mente...
<-Me gusta esta canción-dijo dándole un sorbo a su café.
-Y a mí...-dije nervioso-. Oye, Clara...
-Ahám...
-Verás...llevo mucho tiempo pensando esto y....creo que aunque llevamos poco viviendo juntos...creo...no, sé, que eres la persona con la que me gustaría pasar el resto de mi vi...
-Oh, oh...-me interrumpió
-¿Qué? ¿Qué pasa?-dije intranquilo.
-A ver, Jacky...sé por donde vas y...me parece que estamos perfectamente como estamos ahora, ¿no? Quizás más adelante...
-Oh, si, claro...más adelante...perfecto-sonreí.
-Sabía que lo entenderías-me guiñó un ojo y me besó.>>
Y sin darme cuenta ya me había terminado mi café...lo pagué y me fui de vuelta a casa...intentando no pensar en nada...creo que lo único que hace que me distraíga y no piense en Clara es el misterio de esa niña rubia...muy bien, pues no voy a parar hasta saber quién era.

lunes, 22 de marzo de 2010

Capítulo 4. Día 1...Encontrando Recuerdos

Tres días...tres días...tres largos e interminables días... ¿Qué hago? ¿Las maletas? No, ya están hechas...¿La compra? ¿Para qué? Son solo tres días y tengo la comida necesaria...¿Reviso papeles? Mas bien rerererevisar...no se cuántas veces he vistos los mismos papeles de la casa...¿Miro fotos? Bueee...para pasar el rato no estará tan mal.

Cojo uno de los álbumes de fotos que tengo en la mesita de café y me siento en el sofá con los pies apoyados en la mesita (Clara odiaba que hiciese eso...pero total, ya no está, no volverá para decirme que baje los pies, asi que...), abro el álbum y miro algunas fotos...Una que salgo escarbando en la tierra con unos cinco años...con la niña rubia del resto de las fotos...Ahora he llegado a la parte en la que voy a la escuela, esa niña también está conmigo...es más bien delgadita, lleva unas gafas de color rosa (que hace que parezca la típica niña sabionda) y unas largas trenzas rubias...una niña muy mona, en realidad. Paso páginas viendo imágenes de la niña rubia y yo jugando en el parque, haciendo una guerra de bolas de nieve...parecíamos muy buenos amigos...¿Por qué diablos no me acuerdo de su nombre? ¿Por qué nos separamos? ¿Qué fue de ella?
Entonces del album cae un disco...¿De qué? Me agacho a cogerlo y lo miro...resulta que es un DVD y tiene escrito "Recuerdos"...¿Desde cuándo tengo un DVD llamado "Recuerdos"? Ah...si...mi madre...me dio este DVD hace mil años por lo menos, cuándo avergiuó que las cintas de VHS se podían pasar a DVD...seguramente lo guardé en un álbum de fotos de recuerdos...para verlo cuando tuviese tiempo y acordarme de dónde estaba...Tengo que tomar más fósforo para la memoria. En fin...ahora tengo tiempo (de sobra) y puedo verlo. Enciendo la televisión, meto el disco en el DVD y le doy a "PLAY". Vaya...parece que es una barbacoa familiar en el pueblo...

Creo que la que está grabando es mi tía May...aunque ha pasado mucho tiempo desde que no la veo reconozco ese timbre de voz tan peculiar. Va andando con la cámara enfocando a mi padre, que es el cocinero de la barbacoa...está más joven (buena, Jack...vas para detective) y algo más delgado y las canas aún no aparecían en su pelo. Después sale mi madre saliendo de la casa de mi tía, lleva unos platos y unos vasos que coloca en la mesa, no ha cambiado la manera de ser tan cuidadosa y en la forma de reír. Entonces mi tía enfoca a un niño de unos...¿seis? ¿siete años? con el pelo pelirrojo oscuro, despeinado y algo largo...el flequillo casi le llegaba a los ojos y se lo apartaba constantemente del rostro, era un niño alto y delgado para su edad; estaba jugando cerca de lo que parecía un hormiguero...Dios...¿ese era YO? casi no me reconozco...
-¡Jacky!-decía mi tía-¡Deja el hormiguero! Te vas a llenar de tierra...ve a jugar con Lina que seguro que quiere jugar contigo.
-No quieeeeere...-dijo mi "mini-yo" con una voz aniñada.
-¿Por qué? Veeenga...ven conmigo y le decimos que juegue contigo a cualquier cosa.
Me levanté de la tierra y después de sacudirme los pantalones de tierra fui andando hacia la casa con mi tía grabando detrás.
El interior de la casa era tal y como la recordaba...muy hogareña...Una moqueta color granate cubría el suelo de la casa, las paredes eran blancas y contrarestaban con unos zocalos de madera oscura, los pasillos eran grandes...y al final del pasillo en el que nos encontrabamos llegaba una melodía de un piano, creo que era "Estrellita dónde estarás"...Mi tía andaba al ritmo de la música (al menos la cámara se movía así) y yo iba caminando con paso pesado arrastrando los pies...Entonces entramos en el salón...mi habitación favorita de toda la casa...Era grande y muy luminosa, había grandes estanterías en las paredes, unos sillones (con un estampado de flores horrible...si siguen allí cuando me mude...los cambio como sea) y un piano de cola negro...La música era la pasión de mi tía...Y la mía también. En el piano estaba tocando la niña rubia...tenía más o menos mi edad y los pies casi no le llegaban al suelo.
-Lina, cielo, ven a jugar fuera con Jack-dijo mi tía.
La niña paró de tocar y bajo de un pequeño salto del banquito del piano.
-¡No quiero!-dijo cruzándose de brazos.
Yo también me crucé de brazos.
-¿Por qué?-intentó mediar mi tía.
-Porque es malo...-dijo.
-Yo no soy malo-me defendí.
-Si lo eres-dijo sacándome la lengua.
-A veer...ya está los dos... ¿Por qué dices que es malo, Lina?-dijo May intentando mediar.
-Porque...porque...porque...¡les ha cortado la cabeza a todas mis muñecas!
-Es que necesitaba pelotas para jugar al tenis-repliqué.
-Eres tonto-dijo Lina dándome la espalda.
-Y tu fea-dije haciendo su mismo gesto.
-Bueno...vamos fuera y lo arreglamos-dijo la tía May antes de apagar la cámara.

La pantalla se puso de color negro...Vaya...al final parece que la niña rubia y yo no éramos los mejores amigos del mundo...Tengo que preguntarle a mi madre si tiene más DVDs de éstos...La llamaré mañana...hoy seguiré viendo fotos...No se por qué...pero quiero saber más sobre esa pequeña niña pianista...

jueves, 25 de febrero de 2010

Capítulo 3. Y una vez más...la cosa empeora.

*pi-pi-pí*…*pi-pi-pí*…*pi-pi-pí*…
…Maldito despertador… ¿Qué hora es?... ¡¿Las siete?! Dios…que sueño… ¿Por qué diablos puse el despertador a las siete?...Ah, si…el trabajo que ya no tengo…Intentaré dormir.
Apago el despertador de un manotazo y me tapo con la sábana hasta la oreja e intento dormir…no lo consigo…Mierda…me he desvelado…En fin, tendré que levantarme entonces. Salgo de la cama y voy directo al baño…tengo que espabilarme ya que no puedo dormir. Enciendo la luz del baño-que me hace daño en los ojos-y me echo agua fría (más bien helada) en la cara y me miro al espejo. Un hombre con ojos azules oscuros y cansados me devolvió la mirada…el pelo era despeinado y una mezcla entre pelirrojo y castaño, no se definirlo bien…también tiene la típica barba de tres días… La verdad es que nunca me ha entusiasmado mi aspecto físico, un tipo del montón; soy alto y delgado…mi madre dice que sigo teniendo esa postura desgarbada de cuando era adolescente…no es mi culpa si soy demasiado delgado…aunque para mi madre siempre estaré “demasiado delgado” por haberme independizado y no comer todos los días la comida que ella hace.
Una vez que me he espabilado, voy a la cocina a desayunar algo. Al entrar me doy cuenta de que falta algo…Ah…si…
Me acuerdo que Clara siempre se levantaba antes que yo, es muy madrugadora. Recuerdo el olor a café recién hecho y a tostadas. Recuerdo su sonrisa deslumbrante y sus ojos somnolientos, la manera en que me decía: “Buenos días, Jacky… ¿Has tenido dulces sueños?”. Su beso de buenos días todavía lo seguía sintiendo en los labios, sabían a café con leche muy dulce (tres cucharadas de azúcar). También me acuerdo de que todos los domingos iba a una pastelería y traía bollos recién hechos. Siempre le quitaba la nata a su pastel.
-¿Por qué le quitas la nata? Es lo que está mas bueno-le pregunté una vez.
-No me gusta…es demasiado empalagosa-dijo mordiendo un bollo ya limpio de nata.
-Y entonces… ¿Por qué compras bollos con nata?-dije terminándome mi bollo.
-Porque se que a ti te chifla, so glotón-dijo riéndose con esa sonrisa. Nunca he visto una sonrisa parecida a la suya, era única…y ahora me temo que no volveré a escucharla…tampoco escucharé su voz, su risa nerviosa, su llanto, su bostezo, cuando me susurraba al oído: “Te quiero”…dudo que alguna vez la vuelva a ver.
Entonces el teléfono sonó, sacándome de mi momento “recuerdos felices”. Fui al salón a por el teléfono.
-¿Diga?-contesté.
-¿Qué pasa, Jack? Soy yo, Frank, ¿Te parece bien que me pase dentro de una hora a echarle un vistazo a tu moto?
-Oh, si, me vendría genial, cuánto antes vengas mejor.
-Ok, dentro de una hora estoy allí. Hasta luego.
-Hasta luego, y gracias-colgué.
Bien…Frank vendrá, mirará lo que tenga que mirarle a la moto…la arreglará y mañana mismo podré irme tan tranquilo al pueblo y empezar mi nueva vida.
En esa hora me dediqué a terminar de desayunar, no tardé mucho, mi desayuno consistía en un café solo y dos tostadas con mermelada de melocotón; después me di una ducha con agua muy caliente, el agua caliente hace que no piense, me relaja (y a la vez me abrasa, creo que me he pasado con el agua caliente), al terminar no me esmero mucho en vestirme…un chándal cómodo es más que suficiente. Por último me senté en el sofá a ver qué clase de basura emiten en televisión, total, quedan veinte minutos para que Frank llegue…veinte minutos de tele-basura no me matarán.



*Ding-dong* *toc-toc*
¿Enh?... ¿Qué pasa?...Han llamado, será Frank...Increíble… ¡Me he quedado dormido viendo veinte minutos de televisión! No se que le ven a la caja tonta…por lo menos a estas horas.
Voy a la puerta a abrir. Al abrir, un Frank más mayor, más adulto y más “rellenito” (todo hay que decirlo) del que vi la última vez me sonríe.
-¡Hey! Cuánto tiempo, ¿no?-dice alegre.
-Si, la verdad, pasa-le dejo que pase.
-¡Uaaauh…! Que piso te has buscado, eh… Me tienes que invitar aquí más a menudo, por qué que me llames solo para ver a tu preciosidad de moto…
-Es que solo quiero tu amistad para que me arregles la moto-digo sarcástico. Él se ríe- ¿Te apetece algo de beber?
-No, gracias… ¿Y bien? ¿Dónde está tu maravillosa moto?
-En el garaje, vamos.
Mientras bajamos me va contando que ha sido de su vida…Al parecer está felizmente casado con la hermana de un amigo que conoció en un taller cuando empezó a trabajar en la mecánica, tiene dos hijos varones (de tres y cinco años) y que su negocio va bastante bien. Me alegro por él, es un buen tío.
-Y…aquí está mi pequeña-digo destapando mi moto.
-Sigue igual de preciosa que siempre…aunque con mucho polvo… ¿Desde cuándo no la utilizas?
-Desde hace bastante tiempo.
-Voy a ponerme manos a la obra.
Entonces Frank empezó a desenroscar, a engrasar a unir… Es decir…todo lo que yo no hice ni se hacer…él lo hace.
Al cabo de media hora de trabajo y pruebas me dice serio:
-Jack, tu moto está algo hecha polvo…
-Pero podrás arreglarla en un santiamén, ¿no?
-Eso pensaba…pero al parecer algún imbécil manazas ha enroscado piezas donde no correspondes y unido cables que no se tienen que unir… ¿Quién te la ha estropeado de ese modo?
En ese momento quería que la tierra me tragase.
-Eeeem…pues…mi padre se empeñó a arreglármela y bueno…ya se ve que lo que ha hecho, ¿no? ¿Podrás arreglarlo?
-Si…claro…pero me llevará por lo menos tres días…Si, con tres días bastará, afortunadamente tengo las piezas que necesita en el taller y no hace falta pedirlas.
¿¡¿¡¿¡¿TRES DÍAS?!?!?!? Joooder… ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Tres días? En fin…me temo que tendré que esperar… ¿Haciendo qué…? ¡NADA! No tengo nada que hacer…
-Bueno…Cuánto antes la tengas mejor-dije.
-Tu tranquilo, si quieres me la llevo ahora que puedo llevármela al taller…Porque me temía que algo así sucedería-se ríe…yo no le veo la gracia-así que dentro de tres días pásate por mi taller, te dejo la dirección por si no te acuerdas de dónde estaba.
Saca una pequeña libretita con un bolígrafo “Bic”, anota rápido una dirección y me la da.
-Gracias-digo-. Espero tener mi moto en tres días, eh-digo bromeando.
-Tu tranquilo, “jefe”, tres días conmigo y está preciosidad estará como nueva. Me voy, hasta dentro de tres días-se va con mi moto.
-Adiós-me despido mientras veo como se va.
Me temo que estos van a ser los tres días más largos de mi vida…

miércoles, 10 de febrero de 2010

Capítulo 2. Preparación

-…Si…Ajá…Si, está todo arreglado…Si…Claro…Mamá, no te preocupes…Si…estaré bien…Veeeenga…te llamo luego…Si…Adiós, mamá, un beso-cuelgo.
Hacia apenas un día que se me había ocurrido la idea de irme a vivir al pueblo dónde me crié, Stoneville, un pueblo a las afueras de aquí, de Londres…a unas dos horas en coche. Mi tía abuela May falleció hace un par de años y dejó la casa en herencia a mis padres. Es una casa grande y algo antigua, ya casi ni me acordaba de su existencia. Así que esta mañana me he puesto a mirar fotos antiguas de cuándo vivía allí, es decir, mis diez primeros años, después mi padre consiguió fundar una empresa con mi tío en el centro de Londres y nos mudamos aquí, pero aún así pasaba los veranos allí, hasta que cumplí los diecisiete…y conocí a Clara y empecé a salir con ella…era tan fantástica… ¡NO! ¡Jack, no! No es hora de lamentarse, es hora de prepararse para una nueva vida.
Las fotos eran me hacían revivir muchos recuerdos. Mi quinto cumpleaños…Las Navidades nevadas…Los veranos en la playa...Barbacoas caseras con los vecinos. En algunas fotos salgo jugando con demás niños…que con el tiempo van creciendo…Algunos aparecen repetidamente, otros aparecen esporádicamente…excepto una persona; una niña que parecía ser más pequeña que yo…sale en casi todas las fotos…Pero no recuerdo quién es. Es una niña muy mona…de estas típicas de pelo rubio y rizado, muy blancas de piel y ojos azules profundos. Desde luego no se parece a mi familia…Baah…será alguna vecina que vivía por allí…
Después de revivir recuerdos llamé a mi madre para contarle todo lo sucedido…Bueno…todo lo que se dice todo no le he contado…a lo mejor me he saltado un pequeño detalle…como que Clara me ha dejado…y que me han despedido…Pero bueno…le he dicho que quería cambiar de aires y empezar de cero ¿es verdad o no? Técnicamente no le he mentido…le he ocultado información insignificante…No quiero que se preocupe demasiado por mi, es muy protectora conmigo…Y me ha costado mucho convencerla de que me deje la casa, aunque mi padre ha estado de acuerdo desde el primer momento…pero ella noooooo…ella no puede estar de acuerdo…Madres…
Y bueno, una vez que he colgado el teléfono me dispongo a hacer mis maletas, no quiero quedarme aquí durante mucho tiempo…como mucho quiero irme mañana mismo. De hecho, ni venderé la casa, se la dejaré a mis padres y que hagan con ella lo que quieran...seguramente la alquilarán…aunque tardarán mínimo un año seguro (mi madre cree que volveré).
Bien, ya terminada la maleta me dirijo al garaje de la comunidad, tengo que revisar una cosa. Voy a mi plaza del garaje, pero no por mi coche, sino por el otro vehículo que hay atrás más pequeño tapado con un forro grande y algo amarillento por el paso del tiempo, hace años que no lo utilizaba. Destapo el vehículo…y ahí está…mi preciosa Harley Davidson FXDF Dyna Fat Bob color negro (y llena de polvo). Dios, llevaba años sin utilizarla…desde antes de entrar en la radio, a Clara no le entusiasmaban las motos y me saqué el carné de conducir…Espero que siga funcionando, pienso irme al pueblo en esta moto, me he cansado del coche…Aunque se perfectamente que mis padres me lo llevarán, nunca les ha gustado mi moto, dicen que es insegura…bah, tonterías. Saco la moto a una parte dónde pueda manejarla bien, meto la llave y arranco. La moto da un rugido demasiado… ¿ronco? Está bastante vieja, probaré a arrancarla de nuevo. Arranco…rugido…rugido débil…rujidito…gemido…ya está. Oh, mierda…por si acaso vuelvo a arrancar…la moto suelta una especie de rugidos afónicos… ¡Vamos, no me jodas! Espero que no sea un problema grave…porque pienso intentar arreglarla. Estoy hecho un manitas y seguro que dentro de poco lo arreglo…como máximo una hora y media, siempre se me han dado bien estas cosas.


[…]


-…Si, estupendo… ¿Entonces cuándo puedes venir?...Ajá…gracias, tío, te debo una-cuelgo.
Bueeeeno…la hora y media que nombré antes se ha convertido en cuatro horas, y creo que en vez de arreglarla la he estropeado aún más…la última vez que la arranqué ni se inmutaba…ni un ruidito…nada ¿Qué? Nunca se me dieron bien estas cosas…Así que, después de haber roto la moto aún más, he llamado a un buen amigo que tiene un taller y siempre ha estado enamorado de mi moto y por ello nunca se ha negado a venir a echarle un vistazo cuando le hacía falta. Bueno, al menos me ha dicho que mañana mismo puede venir a echarle un vistazo. Y seguro que me la arregla pronto…seguro que es un leve problema fácil de arreglar. Pero bueno, ahora estoy lleno de aceite de motor, cansado y cabreado…Voy a darme una buena ducha y a esperar a un nuevo día.

sábado, 30 de enero de 2010

Capitulo 1. Cuando crees que la cosa no puede empeorar...Empeora

-¡…Y nos despedimos hasta el próximo programa, gracias por escucharnos y síganos mañana!-es lo último que dije hasta que la lucecita que indicaba que estábamos en el aire se apagó.
-Buen programa, Light-dijo mi compañero levantándose y dándome una palmada en la espalda.
-Igualmente, Peter-dije levantándome para ir a por un café.
Me llamo Jack Light, tengo treinta y un años y soy locutor de una cadena musical de radio con bastante prestigio. Empecé aquí harán unos cinco años aproximadamente. El equipo aquí es muy bueno y el sueldo es bastante…no puedo quejarme de nada.
-¡Ah! Light-dijo Peter, mi compañero de cadena-, el jefe quería verte, no me ha dicho la razón, pero se le veía muy serio, yo que tú iría ya.
-Si, claro. Enseguida voy, gracias por el aviso-dije mientras seleccionaba el café que quería en la máquina.
Me bebí el café de un tirón (no debería haberlo hecho, me empezó a arder la garganta y la lengua comenzó a abrasarme) y fui al despacho de mi jefe. Al llegar pegué en la puerta un par de veces.
-Entra-dijo su voz grave desde dentro.
Entré en el despacho dónde se encontraba mi jefe. Es el típico jefe ricachón, gordo, con voz grabe que intimida. Pero en el fondo es un buen tío.
-¿Me necesitaba, jefe?-dije entrando en el despacho.
-Si, siéntate, Light-dijo muy serio.
Obedecí y me senté en la cómoda silla frente su escritorio. No se por qué pero la manera de cómo me miró cuando entré no me dio una buena sensación.
-¿Quieres un café, un refresco…?-dijo como si tratase de romper el hielo.
-No, gracias, acabo de tomarme un café-aún me ardía la lengua.
-Bien…-suspiró-…Lo que te voy a decir no es fácil…Verás, durante estos cinco años has trabajado muy bien con el equipo, has sido un magnífico locutor…pero creo que no deberías seguir aquí.-De repente el asiento que me parecía tan cómodo ya no lo era tanto…y la lengua dejó de arderme al instante-…Verás, hay gente joven que quiere participar en esta cadena de radio y creo que no encajas del todo bien en el tipo de cadena que queremos representar…Lo siento, Light…pero estás despedido.
De repente empecé a marearme… ¿Despedido? ¿Ahora qué haría? Esto no puede estar pasándome…
-Pero… ¿Qué he hecho mal?-dije con voz débil.
-Nada…pero creemos que esta cadena iría mejor con un locutor más…juvenil. Puedo recomendarte a otras cadenas si así quieres…creo que eres muy buen locutor…
-… ¿Puedo irme ya?
-Si, claro. Si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme. Hasta pronto, espero.
Estreché su mano y salí del despacho sin poder habérmelo creído aún…Sentía como que todo el mundo me miraba con pena, cómo si estuviesen pensando: “Pobre…” “¿Qué hará ahora?” “Está acabado…” “Esperemos que no haga ninguna tontería…”. Al salir de allí fui directamente a por mi coche para volver a casa y olvidarme de todo…El camino a casa era prácticamente insoportable…había atascos, ruido de cláxones y sirenas, dentro de poco empezaría a llover y la carretera que iba a coger para llegar antes a casa está cortada por obras y tardaré quince minutos mas tarde de lo que esperaba… ¿Por qué todo esto me pasa a mí? Ahora me parecía que todos estaban más felices que yo, que toda mi suerte se había repartido por el resto de los habitantes del planeta. Pasaba delante de un parque y veía a los niños jugar felices, riendo. Sus madres despreocupadas sentadas en un banco cotilleando seguramente. Alguna que otra pareja paseando cogidos de la mano. Todos parecen felices…ríen como si nada malo pudiese pasarle, como si el mundo fuese perfecto. Pero no lo es, el mundo es cruel, cuando crees que estás en la cima…te caes y la caída te destroza…Menos mal que tengo alguien que puede levantarme… Clara, mi novia, con la que estaba desde que era un crío de diecisiete años…la mujer con la que vivo desde hace tres.
-Amor, ya estoy en casa…-dije entrando al llegar a casa. Es la vivienda perfecta para dos personas…ni muy grande ni enana, tiene un salón amplio y luminoso, una cocina estrecha pero alargada, el dormitorio es el sitio donde más calor hace en invierno y donde mas frío en verano. Es la casa ideal…junto a la mujer ideal.
-Ah…hola, Jacky…que pronto has vuelto…-dijo saliendo de la cocina.
Y ahí está. Ella. Ella frente a mí. Ella sonriéndome con dulzura. Ella y su belleza española. Ella, con su pelo negro azabache y suave como la seda. Ella con tez morena y ojos verde esmeralda. Ella, la primera y única mujer en mi vida. Ella perfecta. Es simplemente, ella.
Solté las llaves en la entrada y fui a abrazarla; la necesitaba, necesitaba su cariño, su amor, sus besos, sus caricias, su abrazo…
-Te he echado de menos-dije hundiendo mi rostro en su pelo. Soltando una lágrima discreta.
-Jack, Jack… ¿Qué ocurre?-dijo preocupada.
Me separé un poco de ella, para buscar sus labios cálidos y suaves…pero lo evitó.
-Clara… ¿Qué pasa?-me separé de ella- ¿Algo no marcha bien?
-Verás…-dio un largo suspiró-…Tengo que volver a España.
-No pasa nada, si tienes que ir vete… ¿te vas mucho tiempo?
-No, Jack…Me voy a España…no regresaré…
De repente las piernas empezaron a temblarme…mi vista se nublaba…todo se derrumbaba… ¿Irse? ¿Cuándo? ¿Por qué? -Lo siento, Jack…pero me necesitan es España…tendría que habértelo dicho antes…Pero no encontraba el momento…
Esto no puede estar pasando…me despiden…y Clara me deja…se va a España…Esto no me puede estar pasando a mi…Dios… ¿Qué he hecho mal? Esto tiene que ser un sueño… ¡No! ¡Una pesadilla!-me pellizqué el brazo disimuladamente…no, no era un sueño…esto me estaba sucediendo de verdad.
-Pero… ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Ya no me quieres?-empecé a atropellarla con preguntas.
-Jack, Jack, Jack…tranquilízate, ¿quieres? Tengo que irme por asuntos familiares, no te lo dije antes porque estabas ocupado con la dichosa cadena de radio…-dudó-…y…no sé si sigo sintiendo lo mismo por ti o no, Jack…lo siento.
-…No te disculpes-dije abatido-…no hace falta. Uno no puede controlar lo que siente, y en España te necesitan más que yo…-mentira, mentira...NADIE la necesitaba más que yo en estos momentos…NADIE.
-De verdad que lo siento, Jack…
-No es necesario que te disculpes-disculparse es poco… ¡Tendría que suplicarme mi perdón!...Maldito orgullo…-Bueno…supongo que tendré que buscar un sitio donde pasar los próximos días hasta que tu te vayas…
-No, no hace falta-me interrumpió-. Pasaré la noche en casa de una amiga, quédate tú aquí. Tengo las maletas hechas…así que me voy ya…Hasta siempre, Jack.
Se acercó a mí y, poniéndose de puntillas, me besó en la mejilla. Fue un beso cálido y breve, fue un beso…de despedida. Entonces me di cuenta de que ese sería probablemente nuestro último contacto que demuestre cariño o afecto…Así que cerré los ojos deseando que ella cambiase de opinión de repente, que no se fuese, que se le pasase y volviese dentro de poco…Pero entonces escuché como la puerta principal se cerraba…y supe que ella no volvería.

[…]

-Basura…Basura…Basura…-dije mientras hacía zapping tirado en el sofá. No sabía cuánto tiempo llevaba así…lo único que sabía es que:
1. Clara no volverá
2. Está anocheciendo.
3. Llevo la tarde entera viendo “tele basura”.
4. Con el botellín de cerveza que me acabo de tomar ya van cinco por lo menos…
¿Me levanto? ¿Para qué? No tengo ninguna razón para levantarme. Ojala pudiese empezar todo de nuevo…empezar de cero, una vida nueva… ¡Pero una vida nueva no se empieza tirado en el sofá! ¡Arriba!
Me levanté con energía convencido de que encontraría la forma de seguir adelante, cambiar, empezar de cero…entonces me doy un golpe con el dedo meñique del pie izquierdo contra la mesita de café sin darme cuenta. Grito de dolor…jodida mesa…Entonces la aparto con una pequeña patada con el pie para poder pasar bien…Y un montón de papeles se caen de la bandeja de abajo…Genial, señor “Vida nueva”…Valiente forma de empezarla.
Me agacho a recoger los papeles, la mayoría cartas del banco, publicidad…Pero hay una cosa que me llama la atención. Entre todas esas cartas hay una foto. La miro con curiosidad…Es una foto algo antigua, salimos mi padre, mi madre y yo (más bien “mini-yo”, tendría unos diez años) delante de una casa grande…con aspecto de estar en un pueblo…Creo que reconozco esa casa, es la de mi tía May (falleció hace dos años y medio mas o menos). Esa casa está en el pueblo dónde me crié…Y esa casa…creo que se la dejó en herencia a mis padres…
Entonces se me ocurrió una idea, la única idea que había tenido en toda la tarde que me había hecho sonreír.

viernes, 29 de enero de 2010

Introducción.

Jack tiene 31 años y decide, después de ser despedido de su trabajo como locutor de una cadena musical de radio y haber roto con su novia de toda la vida, volver al pueblo en el que nació y se crió, y vivir en casa de una tía abuela suya que falleció hace tiempo y dejó esa casa en herencia a sus padres. Al llegar allí toma otra decisión, retomar su carrera como pianista y compositor que dejó abandonada cuando le ofrecieron el puesto de trabajo. Pero mientras compone y toca el piano siente que en esa casa hay alguien más…que, curiosamente, descubrirá que esa presencia será su musa…Su musa invisible.